Hoy me he acabado otro libro mientras iba en el autobús. Se llama Light Boxes.
En un principio lo compré porque la portada me gustó (y porque tiene el tamaño perfecto para metértelo en el bolsillo, dicho sea de paso). Es un libro que me recuerda mucho a los cuadros del expresionismo mezclado con algo de Steampunk (crean objetos de lo más pintorescos para intentar eliminar las nubes del cielo).
Os copio el resumen que viene en el propio libro:
"Febreary is persecuting the towspeople. It has been winter for more than three hundred days. All forms of flight are banned and children have started to disappear, taken from their beds in the middle of the night. The town's priests hand ominous sheets of parchment on the trees, signed 'Frebruary'. And somewhere in the outskirts of town lives Febraury himself, with the girl who smells os honey and smoke..."
Por lo que he podido ver, el autor es totalmente desconocido en nuestro país, pero por lo que sé, es bastante famoso en EEUU (el autor vive en Nueva York).
Personalmente me gusta mucho este libro porque juega con todos los aspectos formales de la edición (tipografía, alineación, tamaño y fuente de la letra e incluso con el sangrado), que son cosas en las que me suelo fijar (en seguida salta a la vista un texto no justificado, ¿verdad? aunque quizás sea por deformación de la carrera). También es uno de esos libros que te hacen seguir leyendo para saber qué va a pasar más adelante y para buscar una explicación a toda una serie de sucesos. El único aspecto negativo en el que puedo pensar es en el final, que siguiendo la lúnea del libro no pega demasiado (a lo mejor a otro le parece perfecto, es solo una opinión).
Tiene también alguna cita interesante, pero yo me quedo con esta parte del libro:
I said, I'm sorry this didn't work out. We can try again.
What's the point, she said. It's the end of flight. It's February.
The point, I said, is to keep trying for the sake of trying.
Me gustaría poder traducir libros como este, sería muy ameno. Quizás deba hacer la traducción y presentarme en una editorial, a ver qué me dicen (como parece que hace todo el mundo últimamente).